Una investigación reciente del King’s College de Londres revela un vínculo prometedor entre la fibra diaria y un mejor rendimiento cognitivo en personas mayores de 60 años. Se llevó a cabo entre dos grupos de 36 gemelos y el estudio sugiere que los prebióticos como la inulina y los fructooligosacáridos (FOS) pueden mejorar la función de la memoria. que proporciona una estrategia rentable para apoyar la salud del cerebro en las personas mayores.
Contenido
La conexión intestino-cerebro
El concepto de «eje intestino-cerebro» es fundamental para comprender cómo nuestro sistema digestivo afecta la función cerebral. Este estudio destaca la composición única del microbioma intestinal, que incluye bacterias beneficiosas como Bifidobacterium. Al proporcionar una dosis diaria de fibras prebióticas, los investigadores han observado un aumento notable de estos microbios beneficiosos. Este cambio se asoció con mejores puntuaciones en varias pruebas cognitivas después de sólo 12 semanas, lo que sugiere un vínculo directo entre la salud intestinal y la función cerebral.
Metodología y hallazgos
Un ensayo doble ciego dividió a los participantes en dos grupos: uno recibió un placebo y el otro recibió un suplemento de fibra junto con suplementos de proteínas y entrenamiento de resistencia. A pesar de la diferencia en la fuerza muscular entre los dos grupos, los que recibieron el suplemento de fibra mostraron mayor memoria, tiempo de reacción y velocidad de trabajo. Este resultado destaca la capacidad de los suplementos dietéticos para mejorar el rendimiento cognitivo además de los beneficios de la actividad física.
Implicaciones para investigaciones futuras
Aunque los resultados del estudio son prometedores y muestran especialmente los beneficios mentales de las fibras que son fácilmente disponibles y baratas, los investigadores enfatizan la necesidad de realizar más investigaciones. Los estudios futuros tendrán como objetivo confirmar estos resultados en una población más grande y diferente durante un período de tiempo más largo. El objetivo final es desbloquear nuevas formas de mantener la salud mental en la vejez, utilizando el eje intestino-cerebro como clave para una vida larga y saludable.
A medida que la población mundial envejece, aumenta la necesidad de estrategias para mantener y mejorar la función cognitiva. Este estudio ofrece la esperanza de que intervenciones dietéticas simples puedan ser una parte eficaz de la solución. Al comprender mejor las complejas interacciones entre el microbioma intestinal y el cerebro, los investigadores están un paso más cerca de combatir el deterioro cognitivo relacionado con la edad.